Los propietarios de este negocio necesitaban darle un nuevo aspecto al jardín para crear un entorno vegetal agradable donde los huéspedes pudieran disfrutar de la naturaleza al aire libre. Además, el nuevo jardín, junto con la antigua ermita de piedra, crean un lugar idóneo para la celebración de bodas.

Se combinan nuevas especies vegetales (herbáceas perennes, mezcla de vivaces y gramíneas) con otras existentes (árboles de fresno de gran porte y pradera) creando un jardín vivo y cambiante, en el que las especies varían su aspecto y florecen a lo largo de las estaciones: primavera, verano, otoño e invierno.